La rodada de los viernes es una tradición que surgió desde hace ya varios años por iniciativa de algunas mamás de la escuela Caracoles, con el fin de que sus hijos amantes de la bici, tuvieran la oportunidad de hacer cada vez más, nuevas rutas en bicicleta por el fascinante escenario de Valle de Bravo y alrededores.
El súper equipo de guías encabezado por Abel, es clave para esta actividad que cada viernes reúne a familias enteras o en muchos casos a niños pequeños y de mediana edad, para ir a rodar al salir de clases. La rodada comienza a las 2:30 de la tarde, todos a bordo de la van con las bicis “encima” nos dirigimos al punto de donde saldremos y rodaremos aproximadamente una hora y media o dos como máximo según el recorrido, las condiciones climáticas y la naturaleza de esa aventura, ¡porque cada una es única!
Tras rodar por hermosos y angostos senderos entre verdes paisajes, porque realmente te puedes encontrar con todo tipo de caminos, anchos como tipo calle o muy angostos donde apenas hay espacio para que pase la bici, hay un descanso y tiempo libre para hacer el ansiado pic nic, momento que se aprovecha para convivir con todos y compartir snacks o botanas.
Al terminar, la ruta sigue su curso y todos felices retomamos las bicicletas, no importa si está lloviendo, si hay que pasar por charcos y tramos de lodo o si hay bajadas pronunciadas, en realidad todos los que estamos ahí, tenemos el mejor ánimo para continuar la ruta hasta el final.
Es sorprendente cómo los más pequeños son los primeros “guerreros” en puntear esta rodada de viernes, en la cual detrás de ellos vamos los papás, claro el grupo de niños mayores va aparte porque llevan otro ritmo y realizan una ruta más larga y usualmente más retadora.
Los niños que van solos son a partir de los seis años de edad hasta los 12 o 13 años, con la firme convicción de conquistar la ruta de cada viernes, sea cual sea. También hay niños con guía a partir de los cinco años. Y claro, los papás siguen su ejemplo o muchos de ellos van justo para alentarlos a seguir adelante.
La lluvia y el lodo hacen que la ruta se ponga intensa, pero también más divertida para todos, pues nadie quiere parar, todos queremos seguir. Tampoco importa que el sol se meta pronto, la ruta debe continuar hasta terminar, o el tema mecánico tampoco ha sido factor para desistir, los chicos te cambian en cuestión de segundos una llanta ponchada.
Y qué decir de los jóvenes guías que van cuidando a los más pequeños, ¡van corriendo a un lado de ellos!, varias ocasiones sosteniendo y empujando al niño que apenas empieza o aún necesita apoyo. Ellos van a la par de los que vamos montados en bicicleta y aparte, algunos llevan mochilas pesadas con lo que se pudiera requerir como agua, botanas ¡o refacciones!
De hecho, nos han contado que cuando tienen muchos grupos, esa misma ruta la han llegado a hacer dos o tres veces al día! Ósea que tienen una súper condición y/o aman lo que hacen porque van con la mayor disponibilidad.
Así la rodada de viernes de Caracoles transcurre desde las 2:30 hasta las 6:30 de la tarde en promedio, varias horas que sinceramente se nos pasan súper rápido por lo intenso, divertido y a veces retador de esta aventura que vale muchísimo ¡ser parte de ella! ¡Están todos invitados!
Por otro lado, muchas veces nosotros hacemos otras rodadas en cualquier otro día y hora. Hace poco hicimos una rodada matutina de la casa a Caracoles por un camino de terracería poco concurrido, súper tranquilo entre el pueblito boscoso de Acatitlán, cruzamos el centro y llegamos por la parte de la alta colina que desemboca hacia Camino a los Álamos donde se encuentra la escuela. Es un recorrido corto como de 3.5 kilómetros, con algunas subidas y bajadas pero en su mayoría plano.
Otra de las rodadas que hacemos es la rodada a Monte Alto. La ventaja es que la tenemos muy cerca de la casa y la hacemos a nuestro propio ritmo y horario. A pesar de existir varias rutas en este parque estatal, por el momento solo hemos conquistado dos senderos, la ruta del Plato y la de la Bota. Algunas veces las hemos hecho dos veces cada una y si no, mínimo le damos una vuelta y listo, la recompensa es la bajada, que en tan solo unos minutos estamos de regreso en casa.
También hay que mencionar la ciclopista, otra ruta básica que hay que hacerla, la cual recorre gran parte de la vía conocida como Paseo Acatitlán hacia Valle de Bravo. No la hemos recorrido completa, pero sí muchas veces hacemos el mismo tramo repetidas ocasiones. Es muy práctica aunque a veces estorban un poco los postes que colocan para evitar que se metan autos, pero para aquellos que quieren principalmente disfrutar un paseo en bici, esta es la zona indicada.
Y bueno, aunque no es ruta oficial, la otra vez con toda la familia realizamos la ruta camino a la stupa, no llegamos hasta allá sino mucho antes. Estuvo pesada dado que es un largo camino empedrado de subida, pero logramos llegar a nuestra meta a pesar de todo y ha sido una de las rutas más reconfortantes al final, cuando nos encontramos con un río y un lugar boscoso como de tipo cuento de hadas y duendes, porque por fortuna aún hay lugares de encanto en el bosque de Acatitlán que por supuesto hay que cuidarlos y respetarlos al máximo al ser un verdadero tesoro.
Sin dudarlo, rodar en Valle de Bravo es una de las actividades por excelencia para hacer tanto para niños como adultos, y lo notas cuando muchos vehículos que llegan de fin de semana, traen su rack con dos o hasta tres bicis detrás.
Tanto en Acatitlán como en Avándaro encuentras varias tiendas de bicis con opción de múltiples tours para ir a rodar. Ellos te pueden rentar todo el equipo, te llevan al lugar de arranque de la ruta, te guían a lo largo del trayecto y te recogen al finalizar la rodada, para llevarte al punto inicial. Así que ¡solo faltas tú para empezar el recorrido!
El ciclismo es un deporte súper versátil, lo puedes practicar como deporte profesional o simplemente como un verdadero hobbie o cada vez que puedas!. En cada rodada se vive un momento de reto y de cansancio pero también de satisfacción y de gozo total por el simple hecho de estar “rodando”.
18 marzo 2020
23 diciembre 2019
18 noviembre 2019
19 octubre 2019
Ruta Nea, diario de un par de tres. Copyright 2019. Powered By Impressive Business WordPress Theme.